La crónica según Martín Caparrós

Más acá del periodismo, más allá de la literatura, dice Martín Caparrós en un intento por describir la crónica. Esta mezcla resulta en un verdadero retrato del tiempo con un autor que se reconoce como tal. Una de las cosas que separa a la crónica de los medios es el hecho de hacerse cargo. Mientras que la maquina periódico pretende todo el tiempo mostrar información objetiva, la crónica hace explicita la cuestión  subjetiva. Ese relato a modo de crónica es la visión personal del escritor, es una realidad entre miles. Algo muy interesante que dice Caparrós es que todos los textos están escritos en primera persona. Mientras el uso de la primera persona implica hacerse cargo de ese punto de vista (yo escuché, yo vi), cuando se utiliza la tercera persona parece que el relato se contara solo, oculta cualquier alusión a la persona. Nunca se puede contar todo, siempre se hace una selección. La objetivad que venden los medios es imposible porque todo relato es el de alguien. La crónica toma una posición política muy fuerte al elegir esta forma de contar y también en lo que elige contar porque quiere decir que no acepta la manipulación de la maquina periódico. Muchas veces, la crónica busca el interés en la cotidianidad y con frecuencia elige dar lugar a personajes marginados que solo tendrían lugar en la pagina de un diario de haber sufrido un accidente o robado un banco. El cronista siempre esta en busca de una verdad más amplia. Lo que importa no es contar todo exactamente, si no, encontrar las formas narrativas que permitan recrear y transmitir la situación. Ahí está la verdad. Todos los datos contados deben ser ciertos, pero la forma de contarlos no los hace más o menos verdaderos. La crónica encarna esa subjetividad y se hace responsable. 

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