Pulp Fiction- Nota de lectura

Personalmente me gustan mucho las películas de Tarantino pero Pulp Fiction no era una de mis favoritas. A razón de esta actividad la volví a ver y esta vez la encontré fascinante. La historia esta contada de una forma no lineal. Esta dividida en capítulos que tienen un principio y un fin por si solos. El relato se focaliza en Vincent Vega, Jules Winnfield, Mia Wallace y Butch Coolidge. La historia de cada uno de ellos concluye en el marco de una historia más amplia. Si la historia estuviera contada de forma lineal lo primero que ocurriría sería la visita de Vincent y Jules a la casa de los cuatro adolescentes y la última escena debería ser la heroica acción de Butch es esa extraña tienda. Pero si la historia estuviera contada de esta forma, el efecto clausura de cada uno de los personajes no sería tan eficiente. Al contarse los episodios de manera no consiguiente, el espectador puede enfocarse en la historia personal de los personajes y no tanto en el relato marco, que al fin y al cabo no es más que la vida (un tanto exotica) de estos personajes. A su manera, cada uno toma la resolución personal de alejarse de sus malos hábitos. Butch elige salvar a  Marsellus Wallace cuando podría haber escapado tranquilamente por su cuenta. De esta forma salda su deuda con Marsellus y se aleja para vivir una vida tranquila con su novia, lejos del boxeo y de los tratos ilegales. Vincent y Mia tienen un cierre en conjunto. Ambos se llevan el susto de sus vidas tras haber tenido una mala experiencia con las drogas que casi lleva a Mia a la muerte y a Vincent a una posible sangrienta venganza por parte de Marsellus. Entre miradas cómplices acuerdan un silencio mutuo y se da a entender que lo ocurrido esa noche fue una de esas cosas que ocurren una vez en la vida. Por otro lado, el cierre de Jules si coincide con el cierre de la película. Lo que ocurrió en la casa de los cuatro jóvenes fue para Jules un milagro y cuando su vida y su trabajo se ponen en riesgo nuevamente, pero ahora en un café a las 9am, sus dotes pastorales se muestran a flor de piel. Con la melodía de un pasaje religioso, Jules decide alejarse del delito. La película podría desarrollarse de forma convencional, pero el cierre que le da Jules convierte todo en una verdadera experiencia espiritual.