Si estuvieras de tu propio lado

   Me alegra mucho que nos encontremos aquí una vez más, pero estamos llegando tarde. Si te hubieras ido a dormir más temprano no tendrías tanto sueño ahora. Me gustaría que alguna vez me escuches cuando te hablo. Dudo que puedas sobrevivir al agotador día que te depara habiendo dormido unas miseras tres horas, en promedio. Te gustaría que fuera posible, sin embargo no lo es. Pero, supongamos que lo fuera, supongamos que fuera posible funcionar correctamente con tan pocas horas de sueño encima. Nos encontraríamos en la misma situación, porque ambos sabemos que no te gusta dormir pero tampoco te gusta estar despierto. 
    Supongamos que encuentres la fuerza para correr las sabanas y desenvolverte de tus pensamientos. ¿Qué harías?. De saber que yo no soy el que te detiene no estarías tan enojado conmigo. Me gustaría que cooperes y que no me percibieras como un jeroglífico. No, no te duermas. Sería bueno que te apures considerando la presentación que nos espera hoy en el trabajo. Deberías darte una ducha para estar más presentable. Pero, si te das una ducha tal vez no llegues a tiempo. También deberías desayunar si no esta entre tus planes desmayarte a la mitad del discurso. De todos modos, lo que ni digas será más importante que lo que digas, conociéndote. 
    ¿Acaso siquiera te diste cuenta de que esta lloviendo? No podrás tomarte el tren sin que se te empape toda la camisa. De haber consultado el pronóstico ayer podrías haber programado un remis o reservado un asiento en la combi. Seguramente la autopista se encuentre cargada y llegues aún más tarde y con un mareo adicional a la oficina. Te agradezco mucho que silencies ese sonido desgarrador que irrumpe por tercera vez el silencio de la habitación el día de hoy, pero más te agradecería que te levantaras. Quisiera decir que aún espero algo de vos Martín, pero no. Sería irracional que yo aún tenga esperanzas en que progreses. 
    Supongamos que llegas a tiempo al trabajo, que das la presentación de tu vida, que por fin te ascienden, que triunfas en algo. Quizás vislumbres hoy un destello de lo que significa el éxito laboral, pero eso no cambiará el hecho de que tenes treinta años y estás soltero. Que te cases o que viajes el mundo como tus amigos, no es una alternativa probable para vos. No abraces tan fuerte la almohada. No es momento. Cuando cumplas nuestros objetivos, podrás descansar y yo también. No te saques las lagañas si vas a seguir durmiendo. 
      Que pienses que todo lo malo que te pasa se relaciona con un espejo roto o la posición de los planetas me da un poco de ternura. Si no te ahogaras en las sabanas ahora podrías estar yendo hacia algún lugar, logrando algo.  No cierres los ojos intentando escapar de mi voz porque soy el único que se queda incluso cuando te vas a dormir. Tal vez sea un jeroglífico, un vidrio roto o un perro negro, pero es porqué así lo elegiste y así queres que sea. Ojala entiendas algún día que todo lo que estoy diciendo lo estas diciendo vos, sos tu propio enemigo.
    











Comentarios

Entradas populares